Una situación que sigue en total impunidad en el pueblo de Tanlajás, es el derroche y transa de más de 32 millones de pesos que cometió el ex alcalde Domingo Rodríguez Martel, el cual para evitar las acusaciones en su contra, forzó a personas de los comités de obras, a firmar de recibidas las obras que no terminó y les compró las conciencias de varios auditores estatales de la administración pasada ... lo grave del caso, es que este político dejó sin obras básicas a ciertas localidades y ejidos de ese lugar, y ahora no pueden recibir ni tramitar los proyectos más necesarios, y todavía uso ese dinero oficial en poner un alambique, para vender "ron" a los campesinos ... ¿Hay alguien que todavía lo vea como defensor de los auténticos indígenas? podría ser, pero estarían muy equivocados.