El gremio de transportistas de la zona Huasteca se manifiesta con vehemencia debido a que ya no reciben subsidio para el diésel y les queda poca ganancia, ya que los fletes se pagan muy baratos. Además, enfrentan el riesgo de sufrir el robo de la unidad, la mercancía o incluso la pérdida de vidas del personal, lo que los obliga a pagar indemnizaciones.
El delegado en la zona de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos, Reyes Espinoza Corral, expresó que el transporte ya no es rentable debido a los excesivos pagos que deben realizar. "A causa de la inseguridad, nos vemos obligados a resguardar nuestras unidades, lo que genera gastos en pensiones y otros rubros. El presidente y el costo del diésel son nuestros principales adversarios, ya que las carreteras no son seguras", afirmó.
Espinoza Corral señaló que el flete a la Ciudad de México asciende a 28 mil pesos, mientras que el gasto en combustible ronda los 15 mil pesos, más 3 mil pesos de pago al operador, además de los pagos a la Guardia Nacional, casetas y otros gastos imprevistos como ponchaduras de neumáticos o fallas mecánicas. En realidad, la ganancia es muy reducida.
Para viajar a Guadalajara, el costo del viaje es de 40 mil pesos, pero el gasto en combustible es de 20 mil pesos, 6 mil pesos para el chofer y 2 mil pesos para casetas.
Espinoza Corral destacó que el precio del diésel es de $24.53 por litro, lo que agrava la situación de los transportistas al retirarse el subsidio que antes recibían. Esto, sumado al pago de permisos y obligaciones fiscales, genera un escenario desafiante para el sector.