Ahora los mantos acuíferos o corrientes subterráneas de los municipios de Ébano y Tamuín corren el riesgo convertirse en agua salada.
Lo anterior debido a que la ausencia de lluvias provocó que la salinidad alcanzara los 120 kilómetros arriba del río Pánuco.
Si se extiende podría ingresar al río Tampaón y la afectación no sólo sería porque el agua del río que se volvería salada, sino que también los mantos acuíferos o corrientes subterráneas.
"Lo grave es que en el río Tampón desemboca el río Valles, lo tenemos muy cerca", advirtió el ambientalista Hugo Sánchez Cervantes, quien dijo que la sequía es grave.
"La situación es bíblica, pero más graves es que el bajo nivel, casi seco, del río Tampaón, permita el ingreso del agua salada del mar por el Pánuco", expresó.
"Esto ocasionaría que los canales de riego de Ébano se llenen de agua salada, la Presa Malrland, entre otros afluentes y con ello algunos pozos podrían tener agua salada, si esto llegara a suceder", concluyó.