Los colibríes son conocidos como mensajeros de plumajes brillantes y se han asociado a la cultura prehispánica del país; en la cultura azteca, por ejemplo, la comunidad los veneraba, ya que creía que los guerreros muertos reencarnaban en esas aves.
Sin embargo, hay otras creencias que los ponen en riesgo, como el esoterismo, que amenaza su conservación, pues cientos de estas aves muertas se venden como amuletos para "atraer el amor".
La investigadora Lizbeth Miranda explicó que culturalmente los colibríes, también llamadas chuparrosas, se han asociado con el amor, pero no tienen este tipo de "poderes".
"No hay que hacer este tipo de rituales, porque lo que causamos es sufrimiento a las aves en realidad. Si nos gusta, mas bien hay que propiciar que estén presentes", mencionó.
"Sabemos que son más de 300 especies de colibríes, en México hay más de 50, entonces sabemos que muchas de ellas sí ya están en peligro de extinción", expresó.
El colibrí fue adoptado como talismán por hechiceros y brujos para ofrecer a sus clientes suerte en el amor, manifestó.
"Los colibríes no poseen propiedades mágicas para atraer el amor, pero sí son excelentes polinizadores, son parte de nuestra biodiversidad y su conservación está en nuestras manos", aseveró.