El primer registro formal de la Cigüeña Americana en el río Valles que hizo el ambientalista Alejandro Aguilar Fernández fue un 25 de diciembre de 2006, y desde entonces hizo de esa zona su hábitat.
"Por la fecha, pensé que se trataba de un ejemplar migratorio; como es una especie que habita todo el año en la zona, lo más probable es que no se había acercado a la zona ribereña del área urbana, posteriormente se hicieron comunes los avistamientos, incluso el privilegio de observar anidación y polluelos", explicó el ecologista.
A través de sus redes sociales dio a conocer que es una de las aves acuáticas de gran corpulencia; por su cuello y cabeza desnuda se asemeja al zopilote, aunque nada qué ver con su pico, que lo utiliza para hurgar entre las piedras en busca de peces y uno que otro invertebrado acuático que se encuentre.
"Yo no recuerdo que esta especie habitara en el río Valles en la década de los sesentas a los noventas", comentó.
"Lamentablemente los humedales han disminuido de forma considerable y la especie se ha visto afectada en sus poblaciones, tal situación la coloca como Sujeta a Protección Especial por la NOM 059 de Semarnat", concluyó.