La falta de regulación y supervisión por parte de las autoridades municipales ha generado un desorden en el Centro de la ciudad, donde los espacios de estacionamiento prácticamente han desaparecido.
Usuarios reportan que desde "diablitos", bancos, macetas e incluso cajas son colocadas para apartar lugares, mientras que muchas aceras están ocupadas por los propios dueños de comercios que estacionan sus vehículos durante todo el día.
El resultado es un perjuicio directo para los clientes, quienes enfrentan dificultades para encontrar un espacio y realizar sus compras, además de poner en riesgo la movilidad y la seguridad peatonal.
Vecinos y visitantes hacen un llamado a la intervención de las autoridades locales para imponer orden y garantizar espacios accesibles para todos.