Ante el desempleo a causa de la pandemia de COVID-19, mujeres, hombres y jóvenes se han visto en la necesidad de trabajar en lo informal, y prueba de ello es la gran cantidad de puestos ambulantes que se han instalado en casas particulares, calles y avenidas de la ciudad.
Los comerciantes continúan apoderándose de las banquetas y calles, mismas que invaden con la instalación de carpas y cajones, entre otros objetos que impiden el libre tránsito peatonal.
Negocios con venta de tacos, tamales, barbacoa, zacahuil, frutas y verduras, elotes, ropa de segunda y juguetes, se pueden apreciar obstaculizado las aceras, haciendo caso omiso a la liberación del espacio para el paso de la gente.
Concluyen que en otros sectores de la cabecera, como en la zona del mercado, también persiste el problema de la invasión de las banquetas por parte de algunos comerciantes de frutas y verduras, que a pesar de las disposiciones, continúan obstruyéndolas.