"La tierra en Ciudad Valles nos da para sembrar otro tipo de cultivos, lo que quisiéramos climáticamente hablando, sandía, melón, pepino, calabaza, berenjena, chiles, tomates, cualquier semilla que aguante el estrés hídrico", afirmó el productor de hortalizas René Herrera Rosas.
Aseveró que es una ventana de oportunidades, un nicho económico para quien lo desee, ya que se puede sembrar la canasta básica.
Destacó el cultivo de la calabaza, a la que se le abrió el mercado, pues la sociedad la ha aceptado muy bien.
Reiteró que, de acuerdo a investigaciones climáticas, en esta región se puede sembrar lo que se quiera.
Y explicó que, si se llega a un clima de 50 grados, en un invernadero se han alcanzado hasta 58.
"Algunas plantas podrían llegar a un estrés a los 50, pero no significa que se marchiten o mueran, simplemente que las flores que no estén polinizadas de los primeros racimos no van a producir un fruto y se van a caer, pero no la planta en sí, hablando de una mata de tomate", expresó.
Puntualizó que existen aminoácidos, anti estresantes, que son parte de los fertilizantes convencionales, por lo que el octavo o noveno racimo van a seguir produciendo con normalidad.