A pesar de que las familias vallenses pagan altas tarifas por el servicio de agua potable, la DAPA enfrenta serias deficiencias operativas que han generado molestia entre los usuarios.
Una de las principales problemáticas señaladas es la persistente falla en el sistema de cómputo de la dependencia, lo cual ha complicado la realización de compras y trámites internos, afectando la eficiencia del servicio.
Sin embargo, lo más preocupante para la ciudadanía es el estado de la planta potabilizadora, que no ha sido modernizada a pesar de las constantes lluvias que ponen en evidencia su fragilidad.
Cada vez que se registran precipitaciones, la planta es incapaz de realizar correctamente el proceso de potabilización, lo que deriva en el envío de agua visiblemente sucia a los hogares.
Vecinos de diversos sectores han denunciado que, aún sabiendo de estas deficiencias, la DAPA continúa distribuyendo agua en condiciones inadecuadas, sin considerar los posibles efectos en la salud de la población.
Ante esta situación, ciudadanos exigen a las autoridades municipales una pronta intervención para garantizar un servicio digno, eficiente y, sobre todo, seguro, como lo establece el derecho humano al acceso al agua potable de calidad.