La preocupación de los productores de cítricos en la región se centra en la floración de los árboles de naranjo, mandarina y limón, ya que esto trae consigo el problema del HLB o "Dragón Amarillo", transmitido por el insecto Diaphorina citri, una bacteria que no tiene cura. Si esta bacteria afecta una plantación, los daños son graves.
El representante de los citricultores en la zona Huasteca, Ricardo Ortiz Azuara, señaló este problema. Agregó que los citricultores deben estar muy atentos durante la brotación de los árboles. En este momento, con la temporada de sequía, no hay brotes, por lo que los árboles no están en una situación crítica, sino en dormancia.
Ortiz Azuara enfatizó que una vez que comience la floración y haya un brote importante de hojas, es crucial estar muy atentos a la aparición de Diaphorina citri, una enfermedad que puede ser controlada. Sin embargo, si no se toman medidas, podría acabar con toda la plantación.