En la Huasteca hay muchas especies de hongos, y en esta época de lluvias y humedad son muy fácil de encontrar en cualquier parte, como el Psilocybe, de uso muy común entre curanderos y chamanes por sus reacciones alucinógenas, otros son responsables de enfermedades (histoplasmosis), o crean organismos en simbiosis con algas (líquenes).
Alejandro Aguilar Fernández, conocedor de la biodiversidad de la región, recomendó que si no tienen conocimiento pleno de la especie ni los toquen, ya que además de ser muy frágiles, al agarrarlos si se rompen se evita que maduren sus esporas, añadiendo que esta estructura es una reproducción asexual y pierde su vida reproductiva, otros son muy tóxicos y venenosos, con los cuales se fabrican miles de sustancias químicas, como la penicilina.
Destacó también las sustancias alucinógenas, como la psilocibina, utilizada para controlar la depresión o el estrés.
Explicó que hay basto conocimiento tradicional sobre hongos, como el Teonanácatl, que en náhuatl significa "carne de Dios", que era consumido por sacerdotes y chamanes.
Dijo que los hongos son un "mundo mágico", porque estos organismos son la clave para comprender la conexión entre la vida y la muerte, y no por las alucinaciones, sino porque ellos descomponen la materia orgánica y dejan los preciados minerales para que el reino vegetal los vuelva a transformar en materia orgánica viva, y de ahí al resto de los organismos.
"Sin los hongos la vida no sería posible", puntualizó.