Habitantes de la zona indígena se unieron en una caminata penitencial buscando poner fin a la sequía que ha afectado la región, en una emotiva muestra de fe y esperanza.
Se congregaron en la Iglesia «La Purísima Concepción de la Lima», bajo la guía del párroco Antonio Escamilla Aguilar, y se dirigieron en procesión desde la Plaza de la comunidad hasta el Cerro de la Cruz.
En el trayecto elevaron sus plegarias, implorando la intervención divina para que la lluvia llegue a la zona Huasteca, tan necesaria para el sustento de sus familias y la prosperidad de sus cultivos.
En un gesto de devoción, invocaron a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, en busca de su intercesión para poner fin a la prolongada sequía.
La ceremonia concluyó con una misa en el Cerro de la Cruz, donde los participantes se unieron en oración, depositando sus esperanzas en un año de buenas cosechas.