El incendio de la Ciénega de Tamasopo causó un grave impacto a todo el ecosistema, por el calentamiento del aire y las emisiones el bióxido de carbono, pero sobre todo por la pérdida del hábitat de muchas especies.
Los incendios registrados son mucha responsabilidad del incremento del CO2 y contribuye más al aumento de la temperatura, detalló el ambientalista Alejandro Aguilar Fernández.
Agregó que en este caso el humedal es una zona pantanosa conocida como ciénega, donde la vegetación predominante es tular, tifa, lechuga de agua y lirios acuáticos, entre otras especies.
"Lo que tiene este tipo de ecosistemas es que son muy frágiles y el incendio arrasó con todo, estamos en la temporada de seca, con mucho material de hoja muerta, que dan las condiciones para que se registrara el siniestro", explicó.
Dijo desconocer qué causó la quema, pero no fue por combustión instantánea, más que nada fue un descuido y se perdieron decenas de hectáreas del humedal.
Mencionó que una vez que lleguen las lluvias se recuperará la vegetación, pero obviamente va a tardar, y se tiene que pensar en todas las especies acuáticas, como garzas y cigüeñas americanas que llegan para anidar y reproducirse, y el cocodrilo de pantano.
"Se está alterando el hábitat donde van a encontrar refugio las aves y demás especias, ya no se van a reproducir, ese es el grave problema, porque baja la población y causa la emigración a otros cuerpos de agua cercano", concluyó.