La economía del país enfrenta una alarmante crisis marcada por la volatilidad en los precios al consumidor. Un claro ejemplo es el incremento del kilogramo de uvas, que pasó de 80 a 200 pesos en esta ciudad, según un recorrido realizado en tiendas, centros comerciales y fruterías de la zona centro.
Este aumento podría poner en riesgo la celebración de los tradicionales doce deseos de Año Nuevo, una práctica simbólica en la que las familias consumen 12 uvas al inicio del año. Para muchos hogares de escasos recursos, este aumento convierte la tradición en un lujo inalcanzable.
Las uvas, tanto blancas como moradas, son de importación y provienen de Estados Unidos, lo que podría explicar parte del aumento en los costos debido a factores como el tipo de cambio y la logística.
Ante esta situación, se hace un llamado urgente a la Secretaría de Economía y a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para implementar medidas que controlen los incrementos desproporcionados en productos básicos y de temporada. Sin estas acciones, la economía familiar podría seguir viéndose gravemente afectada en un momento crítico para millones de mexicanos.