El obispo de la Diócesis de Ciudad Valles, monseñor Roberto Yenny García, lamentó que siga muriendo gente inocente a manos del crimen organizado, en referencia al asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en el estado de Chihuahua.
Dijo que gracias a Dios en esta zona ningún religioso ni él han sufrido algún atentado, pero recomendó tomar todas las precauciones.
“Creo que debemos cuidarnos sacerdotes, periodistas, padres de familia, a todos los que tienen que trasladarse a diferentes lugares por su trabajo, siempre tomar todas las precauciones, con los horarios, los caminos", comentó.
Expresó acercar su corazón para consolar y dar esperanza del premio eterno que seguramente les espera a sus hermanos, los padres Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, quienes murieron en la comunidad de Cerocahui.
Manifestó creer que el asesinato de estas personas es un símbolo de cómo poner más atención y ser constructores de paz.
Exhortó a las autoridades a buscar caminos más afectivos para la prevención del delito y para la persecución de estos mismos.
"Hay mucha gente que sigue muriendo y hay casos que no se resuelven, feminicidios que siguen en la impotencia y en la impunidad, sabemos que se está haciendo mucho esfuerzo, pero se debe redoblar y tiene que ser mayor", finalizó.