Las moscas de la fruta del género Anastrepha ocasionan daños directos en la producción de naranja y dificulta el intercambio comercial, ante esta situación se implementa su control mediante la técnica del insecto estéril (TIE), conocido como control autocida.
Éste consiste en el empleo de insectos de la misma especie, compitiendo por aparearse con los insectos silvestres, produciéndose cópulas estériles.
Cuando los apareamientos estériles exceden a los fértiles, la población silvestre fértil disminuye de generación en generación hasta desaparecer.
Actualmente, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal cuenta con el Centro de Empaque de Moscas de la Fruta Estériles, donde se reciben y se empacan las pupas de éstas en contenedores, los cuales se colocan en los niveles de las torres de emergencia.
En éstas, bajo condiciones controladas de temperatura y humedad relativa, así como con una dieta de alimento y agua, las pupas se desarrollan en un promedio de 7 días para llegar a la etapa adulta, procediendo a su tumbado y colecta en un cuarto frío a una temperatura de 1 a 2°C y de humedad relativa de 60 a 70%, hasta alcanzar un estado inactivo que facilite su manejo.
Posteriormente las colocan en cajas y las trasladan a la pista para su liberación vía aérea en la zona citrícola y área urbana.