Cada vez sale más caro morirse; aun cuando los precios de los servicios funerarios varían, no son muy económicos y es muy bajo el porcentaje de previsión, lo que provoca que los seres queridos tengan que recurrir a ahorros o a créditos para solventar los gastos.
La muerte representa el inicio de un tortuoso proceso burocrático y económico para familiares y allegados al fallecido al acudir a la Dirección de Panteones, por las exigencias en documentación, costo del terreno y pago de otros derechos; por ejemplo, el lote y mano de obra tienen un precio de 7 mil 500 pesos.
La inversión requerida para ofrecer un sepelio digno varía según el ataúd o los servicios solicitados, el más económico es de 19 mil 500 pesos, sin embargo, las diferentes agencias funerarias ofrecen cremación e inhumaciones en paquetes básicos.
Los precios dependen de la funeraria, algunas ofrecen desde realizar los trámites de la defunción hasta echar la última palada de tierra sobre una losa de cemento.
El costo de cremación incluye traslado del domicilio a la funeraria, gestión ante el Registro Civil y urna, y va desde 15 mil 500 hasta más de 20 mil pesos.
En caso de inhumación, que es lo más solicitado, el gasto promedio es de 19 mil 500 pesos, e incluye traslado a la agencia, gestoría, preparación de cuerpo, arreglo estético, embalsamamiento, ataúd sencillo y sala para velación, café, galletas y pan.
Para quienes cuentan con más recurso, por citar un ejemplo, el ataúd Valencia supera los 50 mil pesos, mientras que el Diamante cuesta más de 40 mil, y el más económico tiene un precio de entre 9 mil y 12 mil pesos.