Además de las olas de calor, falta la llegada de la canícula, que genera alza en las temperaturas por un lapso de 40 días.
De modo que si la gente de la región creía que el calor desaparecería pronto por la llegada de la temporada de huracanes, esto no ocurrirá.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, la canícula suele durar 40 días y comienza después del solsticio de verano, que es el 20 de junio, sin embargo, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres reveló que ésta iniciará en la segunda quincena de julio.
Este lapso puede variar cada año, por lo que no existe un tiempo exacto de duración de este fenómeno climático.
Es importante mencionar que una ola de calor no es lo mismo que la canícula, de hecho no coinciden en fechas, pero ambas comparten como característica que las temperaturas suben por encima de la media en gran parte del territorio nacional.
El Cenapred define este fenómeno como "un período de aumento de la temperatura debido a un calentamiento excesivo del aire, cielos despejados y baja precipitación, que suele presentarse a mediados de año".
Este genera una disminución en las lluvias a causa de los vientos que soplan desde el este, lo que impide que se formen nubes sobre el océano.