El consumo de chapulines y gusanos de maguey sufre sobreexplotación; los nidos son saqueados y no se les dan las condiciones adecuadas para que sigan produciendo, dado a que su consumo es muy popular.
La investigadora universitaria Kalina Miranda expuso que se carece de una regulación clara para su extracción, a nivel federal y local, pese a su alto valor económico, además de que su explotación afecta la biodiversidad al disminuir sus poblaciones y las de sus hospederos.
Su producción a escala industrial enfrenta obstáculos como la aversión a los insectos y la falta de regulaciones claras para su explotación, afirmó la experta.
Así como hay granjas de pollos o bovinos, en México sólo hay tres que crían tenebrios, chapulines, gusanos de maguey, además de gusano rey, puntualizó la investigadora.