En el río Valles se pueden apreciar enormes ejemplares de garzas blancas, que se constituyen en todo un espectáculo en plena zona urbana.
"La elegancia es su sello particular. Aunque hay varias especies, creo que, por su tamaño y blancura, destaca la garza blanca sobre el resto", explicó el ambientalista Alejandro Aguilar Fernández.
"Es casi seguro de observarla al visitar el tramo urbano del río Valles. Su pico amarillo y sus patas negruzcas contrastan con su plumaje totalmente blanco", comentó.
"Su nombre científico, Ardea alba, del latín, se traduce como garza blanca. Se alimenta de pequeños peces, anfibios, culebras de agua e invertebrados acuáticos", añadió.
"Tiene una elegancia que cautiva, en vuelo luce hermosa, surca las aguas como un ángel...", puntualizó.