En localidades remotas de la Huasteca, donde predominan las poblaciones de pueblos originarios, aún en plena modernidad, son cometidos graves abusos en su contra: las jornadas laborales son cubiertas con el pago de bebidas alcohólicas, producidas en destilerías regionales, muchas de ellas irregulares.
Localidades en Aquismón, Tancanhuitz, San Antonio, Huichihuayán, o en Matlapa, son algunas en donde alarma que prevalezca arraigada esa práctica indebida.
Concepción Gallardo, directora general de Gobernación expuso que el alcohol que se produce de manera clandestina, en esa región, o en entidades vecinas, es utilizado para el pago de trabajadores.
Cuando detectamos el trasiego de ese tipo de alcohol -apuntó-, lo decomisamos, tratamos de inhibir que ocurran ese tipo de prácticas, el problema es que es una costumbre muy arraigada.
Gallardo admitió que lo que genera más preocupación, es que el alcohol, deriva también en que provoca problemas de violencia doméstica, u otro tipo de incidencias.
Lo que se trata de lograr es -añadió- desaparezca ese comportamiento que, a todas luces, es un abuso, un atropello contra los derechos laborales, y más que se trata de hermanos de los Pueblos Originarios.