"Alerta roja" por suicidios

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Por: RedacciónFecha: 07/19/2025 09:15 A.M.

San Luis Potosí enfrenta una tasa de suicidio de 7.3 por cada 100 mil habitantes, cifra superior al promedio nacional de 6.8, de acuerdo con el informe "Datos sobre el comportamiento suicida en México", elaborado por la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones y la Secretaría de Salud federal.

Aunque no se ubica entre los estados con las cifras más críticas —como Chihuahua, Yucatán o Aguascalientes, que superan los 10 casos por cada 100 mil habitantes—, el indicador posiciona a San Luis Potosí en un rango medio-alto en incidencia, superando a entidades como Puebla, Veracruz y Chiapas.

Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es que el fenómeno afecta de forma desproporcionada a los hombres: el 83.4% de los casos registrados en San Luis Potosí corresponde al sexo masculino, mientras que solo el 16.6% son mujeres. Esta diferencia se atribuye a factores como el uso de métodos más letales por parte de los varones, como el ahorcamiento y las armas de fuego.

A nivel nacional, aunque las mujeres reportan más ideación e intentos suicidas, son los hombres quienes concretan más suicidios fatales. En San Luis Potosí, la probabilidad de que un hombre muera por suicidio es hasta cinco veces mayor que la de una mujer.

El informe también destaca que los suicidios en el país se concentran principalmente en personas jóvenes, especialmente en el grupo de edad entre los 20 y 39 años, situación que se replica en San Luis Potosí.

Las autoridades sanitarias subrayan la necesidad de una estrategia integral para frenar esta problemática, que incluya acciones desde la infancia, mayor acceso a servicios de salud mental y campañas para erradicar el estigma que rodea a estos padecimientos.

La Línea de la Vida (800 911 2000) opera las 24 horas del día como un canal de apoyo inmediato para quienes experimentan crisis emocionales o ideación suicida.

Aunque San Luis Potosí no lidera las estadísticas nacionales, sus cifras reflejan una realidad preocupante que exige la intervención urgente de instituciones de salud, gobierno, familias y sociedad civil. La salud mental no puede seguir siendo un tema secundario.