De 2019 a 2024 han sido asesinados 11 religiosos, es decir, en promedio, dos cada año, de acuerdo con el recuento de sacerdotes asesinados en México, elaborado por el Centro Católico Multimedial (CCM). El caso más reciente fue el homicidio del padre Marcelo Pérez en el barrio Cuxtitali de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el domingo 20 de octubre, ultimado por dos motopistoleros tras oficiar misa.
El Informe Internacional de Libertad Religiosa 2023, elaborado por el Departamento de Estado de EU, presentado el pasado 26 de junio, apunta que el asesinato, la extorsión y el cobro de piso contra sacerdotes se mantienen como una constante en México.
"Los grupos violentos del crimen siguieron seleccionando a algunos sacerdotes y otros líderes religiosos y los sometieron a asesinatos, intentos de extorsión, amenazas de muerte, secuestros e intimidación, al parecer, debido a su acceso percibido a recursos financieros o su trabajo ayudando a los migrantes", dice el informe.
El reporte agregó que a diferencia de otros países donde los cristianos o miembros de otras confesiones religiosas son hostigados por la profesión de su fe, en México, los actos violentos refieren a agresiones contra la actividad de los ministros de culto por procurar la paz y la defensa de los derechos humanos.
El informe correspondiente a 2022, presentado en 2023, señaló que México es el país de mayor riesgo para los ministros de culto en América Latina. Dicho análisis estableció que en México los líderes religiosos a menudo participan en la política y el activismo social y, por lo tanto, son más vulnerables a la violencia generalizada.
"Los incidentes de violencia contra dirigentes religiosos no parecen basarse únicamente en la identidad religiosa. México es el país más violento para los sacerdotes en América Latina por 14 año consecutivo", detalló.
Asociaciones religiosas y ONG han manifestado que criminales señalan como posible blanco a sacerdotes y otros líderes religiosos porque ellos condenan las actividades delictivas y porque las comunidades los ven como figuras de autoridad moral.
De acuerdo con el Centro Católico Multimedial (CCM), en su último reporte, además de los 11 sacerdotes asesinados en los últimos cinco años, otros diez fueron violentados, siete obispos fueron hostigados, asaltados, incluso uno de ellos, a punto de ser asesinado.
"No podemos ser indiferentes ante un hecho tan lamentable como lo ocurrido en Chiapas (con el asesinato del padre Marcelo Pérez), no asesinaron sólo a un luchador por los DH, asesinaron a un pastor, a un padre, a un portador de gracia y bendición para esas tierras tan golpeadas por el crimen y la violencia. "Poco vale pedir justicia cuando muchas autoridades son indiferentes a estos hechos o, por desgracia, estas están coludidas con la máquina de muerte y destrucción", dijo.
En julio de 2022, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, emitió una declaración pidiendo a las autoridades que frenaran la persecución, la represión y la intimidación de sus sacerdotes, tras el arresto de siete ministros de culto y representantes de la Iglesia.