El Gobierno buscará llegar a un acuerdo para reducir el precio de la tortilla hasta en un 10% en términos reales durante este sexenio, refirió Julio Berdegué Sacristán, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural.
El Acuerdo Nacional del Maíz y la Tortilla es uno de los objetivos de los primeros 100 días de mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum. Con este se busca reducir el precio del kilo de tortilla mientras se garantizan precios justos a las personas productoras.
"Tenemos que garantizar precios justos por el maíz blanco no transgénico a nuestros productores pero también tenemos que pensar en nuestros consumidores, particularmente las personas más pobres y vulnerables de este país gastan un porcentaje muy alto de su ingreso en comprar tortilla que es muy importante en su alimentación y los precios aumentaron y no han bajado", señaló el funcionario durante la conferencia matutina de este martes.
En el acuerdo se tomará en cuenta a productores, comercializadores, industriales, tortillerías y demás actores a lo largo de la cadena maíz-tortilla.
"Se trata de trabajar con todos los actores de la cadena para ver cómo le hacemos para bajar este precio, estamos ya platicando uno por uno con ellos", dijo Berdegué Sacristán al respecto.
Como parte de este objetivo, el Gobierno también contempla monitorear de manera permanente de los precios de la tortilla a nivel nacional a través de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), un ejercicio que inició en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, así como llegar a acuerdos directos de comercialización del maíz entre productores y compradores.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, actualmente, el precio promedio de un kilo de tortillas es de 23.16 pesos en tortillerías, lo que implica un incremento del 61.6 % si se compara con los 14.33 pesos que costaba en diciembre de 2018, cuando inició el sexenio de López Obrador.
El acuerdo forma parte de uno de los ejes rectores de la política del campo propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum y el cual consiste en aumentar la producción para garantizar la autosuficiencia alimentaria de maíz blanco no transgénico en el país sin perder el superávit comercial.
Para lograrlo, además, se implementará el programa "Cosechando Soberanía" para incrementar la producción de maíz, pero también de otros productos fundamentales como el frijol, arroz, leche, sorgo, cebolla, jitomate y chile.
El apoyo se dirigirá a pequeños y medianos productores ubicados en municipios con altos niveles de pobreza e incluirá acompañamiento técnico con enfoque agroecológico, un crédito con seguros para hacer frente a sequías y otras eventualidades, un apoyo a la comercialización, entre otras medidas.
Otro de los objetivos del Gobierno es que el país sea autosuficiente en frijol y para ello creará la Productora de Semillas del Bienestar (Prosebien) que estará localizada en Zacatecas.
Además, dotará a productores con semilla certificada y de alta calidad, comenzando en una primera fase en Zacatecas, Durango y Nayarit. Posteriormente, en Chihuahua, San Luis Potosí, Chiapas, Puebla, Veracruz y Guerrero.
También se contempla incrementar la producción nacional de arroz en Campeche con la siembra de 60 mil hectáreas con semilla de alta calidad y eficientar la producción de leche aplicando tecnologías y buenas prácticas ganaderas. Todo esto sin promover la deforestación.
El funcionario precisó que con estas medidas se crearán las condiciones necesarias para garantizar el derecho a la alimentación de la población mexicana, sin dejar a un lado el bienestar de las personas que producen los alimentos, así como el cuidado del medio ambiente.
Por ello recordó que los cinco programas del Bienestar para el campo implementados durante el sexenio pasado continuarán durante esta administración: Sembrando vida, Producción para el Bienestar, Fertilizantes para el Bienestar, Precios de Garantía y Bienpesca.
Adicionalmente, este Gobierno buscará aumentar el número de mujeres derechohabientes del programa Producción para el Bienestar el cual consiste en un apoyo monetario anual dirigido a pequeños y medianos agricultores de productos básicos como granos, caña de azúcar, café, cacao, nopal o miel.
Asimismo, anunció que se llevará a cabo un plan para "producir más con menos impacto ambiental", asegurando el uso eficiente y sostenible del agua en los distritos de riego tecnificados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).