De nueva cuenta decenas de sectores de este municipio se quedarán sin el suministro de agua potable debido a la escasez en el río Valles, y ante esta situación la Dirección de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (DAPA) decidió apagar el sistema de bombeo.
Una situación similar ocurrió en agosto del 2023, cuando el nivel del afluente llegó a 7 centímetros y en ese entonces el titular de la DAPA también recurrió parar la extracción del agua.
A ocho meses de esa crisis por el agua, volvió a presentarse y de nueva cuenta el titular de la DAPA, Francisco Gómez Faisal, recurre a la suspensión del servicio, sin embargo, durante este período no ha comenzado a trabajar ninguna opción viable para que Ciudad Valles no carezca de agua.
Fue en semanas pasadas cuando el Gobernador del Estado anunció que se prevé la perforación de tres o cuatro pozos, o la construcción de una presa.
En tanto, ayer el equipo técnico de la DAPA, informó que derivado del apagado de las bombas, la falta del suministro de agua será en 50 colonias, sobre todo en las zonas altas, como El Consuelo, Fraccionamiento El Sol, La Estrella, El Carmen, Infonavit 2, colonia Plan de Ayala y La Pimienta, y en ejidos como San Felipe, El Abra, Gustavo Garmendia y Montecillos.
Hubo protesta
Habitantes de ejidos y comunidades del norte de esta ciudad se manifestaron en la Plaza Principal para denunciar que continúa la extracción de agua a pesar de que Conagua declaró tandeo de agua en el río Valles, desde el cárcamo y hasta el Ejido La Hincada.
Dijeron tener fotos y videos del riego agrícola que realizan en horas no hábiles y, exigieron una solución para que el afluente no pierda más su caudal.
Aunque la Conagua es la encargada de la verificación y aplicación de sanciones, los afectados pedían la intervención municipal para que se pare el riego.
Enseguida fueron abordados por funcionarios y los invitaron al diálogo en el Salón de Cabildo, y después de varias intervenciones sin resultado, al final llegaron al acuerdo de integrar una comisión de sequía extrema, con el fin de verificar que ya no extraigan agua del río para actividades agrícolas.