San Luis Potosí enfrenta una crisis de salud sin precedentes, revelada en el Informe de Auditoría Federal 2023, que destapa las graves deficiencias en las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el estado. La falta de insumos básicos, equipamiento obsoleto y una infraestructura deteriorada han puesto en jaque el sistema de salud, dejando en evidencia un descuido alarmante de las autoridades.
La organización Ciudadanos Observando ha alzado la voz, señalando que la situación es especialmente crítica en la región de la Huasteca Potosina. En Ciudad Valles, la clínica opera con equipos de cuidados intensivos anticuados, mientras que la escasez de insumos médicos esenciales compromete la atención diaria de los pacientes. En Tamazunchale, la situación es igualmente grave; la infraestructura de la clínica presenta sistemas de drenaje defectuosos y problemas de humedad que generan condiciones insalubres, agravadas por la falta de personal especializado.
El Altiplano Potosino no es ajeno a esta problemática. La clínica de Matehuala enfrenta constantes cortes de electricidad, que interrumpen cirugías y tratamientos críticos, mientras que la falta de camas agrava la situación de emergencias. En Cedral y Villa de Guadalupe, las clínicas muestran un deterioro evidente, con techos que gotean, paredes agrietadas y una preocupante falta de equipo médico moderno.
Estas clínicas, que deberían ser pilares fundamentales para la salud y el bienestar de las comunidades potosinas, se han convertido en símbolos de abandono y desilusión. La corrupción, la falta de recursos y el desinterés de las autoridades han puesto en peligro la vida de miles de personas que dependen de estos servicios para su cuidado.
Ante este panorama, San Luis Potosí enfrenta una crisis que exige una intervención urgente. Las autoridades federales y estatales deben tomar medidas inmediatas para rescatar el sistema de salud del IMSS y garantizar el bienestar de las comunidades que hoy se encuentran en el abandono.