Comunidades indígenas de la Huasteca Potosina exigen una Ley General de Aguas que cumpla con el mandato constitucional actual y convenios internacionales firmados por México, ya que con ello se acabará con el acaparamiento, sobreexplotación y contaminación del líquido, así como prohibir su uso para fracking y minería tóxica.
En 18 municipios se han levantado y enviado firmas de rechazo al Presidente de la República, así como al Congreso y al Gobernador del Estado.
La amenaza de la implantación de la destructiva técnica del fracking para perforar 382 mil hectáreas es en 18 municipios de la Huasteca Potosina, donde buscan realizar labores de extracción de hidrocarburos mediante el método de fractura hidráulica o fracking, advirtió la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina.
Expuso que el plan quinquenal de la Secretaría de Energía 2015-2019 contempla una superficie de 3 mil 820 kilómetros cuadrados, que equivale a 382 mil hectáreas, en esas localidades del interior del estado para la exploración petrolera, lo que afectaría a casi 600 mil habitantes, ríos superficiales y subterráneos, agua, aire y diversidad de aquella región.
La extracción de la cuenca Tampico-Misantla contempla municipios de San Luis Potosí, como Ébano, Xilitla, Tanquián de Escobedo, Tamuín, Tanlajás y San Vicente Tancuayalab, entre otros, que están en la lista para su explotación, y en donde se oponen a esta actividad por la grave contaminación que van a causar.
"Aparte de las intenciones de los gobiernos de Nuevo León y de Tamaulipas de trasvasar o llevarse 45 metros cúbicos por segundo de nuestra cuenca hidrográfica, y por si fuera poco hasta Texas de los Estados Unidos", puntualizó.