La eutanasia y los elementos que la integran constituyen un delito que encuadra como un "acto suicida" (en el caso de quien lo solicita de manera personal) o bien como un "homicidio asistido", en el caso de quien ayuda o el tercero que lo solicite.
Lo anterior en opinión de María Peralta Hernández, licenciada en Derecho y Tanatóloga, luego de que en días recientes circuló la Segunda Encuesta Nacional de Opinión sobre el Derecho a Morir con Dignidad, un sondeo representativo de todo el país en donde alrededor de 7 de cada 10 mexicanos respondieron a ello afirmativamente: sí desearían tener la posibilidad de sosegar el sufrimiento mediante la muerte médicamente asistida.
En este sentido Peralta Hernández manifestó que los resultados de la encuesta realizada a la opinión pública cuyos datos arrojan un porcentaje muy alto a favor de la eutanasia, no son confiables debido al desconocimiento del tema de la población en general ya que parece que es fácil opinar "alegremente" que se está a favor de la eutanasia, sobre todo cuando no hay una vivencia de esa experiencia de manera personal o cercana.
"Y cuando existe un desconocimiento del acto y de las implicaciones legales, morales y sociales que esta práctica conlleva, por lo que debemos conocer en realidad que es la eutanasia y cuáles son las consecuencias de tal practica en la sociedad, en el cuerpo médico y en la familia en general", reveló.
No podemos negar que existe la necesidad de tocar este tema ya que, de 495 mil muertes al año, la tercera parte, unos 165 mil decesos, según el sistema de estadística epidemiológica de defunciones son por enfermedades terminales, refirió.
Puntualizó que este tema ha sido reconocido y legislado, otorgando opciones viables para los enfermos terminales y sus familias, apoyando el derecho básico de las personas a tomar sus propias decisiones acerca del cuidado médico que desean recibir en padecimientos sin expectativas de recuperación y es respaldada por Ley Estatal de las Personas En Fase Terminal, así mismo se complementa con la "Ley General de Salud" y las leyes que regulan las figuras de las voluntades anticipadas.
En este marco legal, la propuesta es la ortonasia, que se refiere al derecho de vivir con dignidad sus últimos momentos y el respeto a la autonomía de la voluntad para determinar el buen morir de una manera serena y natural, la cual en términos sencillos no prolonga la vida con medios que hacen sufrir más al paciente que los beneficios que otorga, pero tampoco la acorta, manifestó la especialista.
"Esta ley y las referidas privilegian el derecho a morir con dignidad, sin el empleo de medios innecesarios y extraordinarios para el mantenimiento de la vida, los padecimientos incurables y terminales con los máximos cuidados paliativos, de apoyo emocional y espirituales para evitar el sufrimiento recurriendo a medidas razonables", aseveró.
Peralta Hernández, dejó en claro que la aplicación de la ortonasia es una realidad en hospitales del estado y otros tantos en el país, como un recurso legal y humano para confortar al paciente en fase terminal, evitando que sea víctima de miedo, depresión y denigración de su dignidad como persona.
Lo que hace falta es dar a conocer estos derechos, leyes y herramientas que han costado mucho trabajo conquistarlos, concientizar a la población de estos temas y sobre todo considero necesario e imperativo diferenciar que el paciente en etapa terminal, no quiere morir, sino que desea dejar de sufrir, por lo cual los cuidados paliativos del dolor , la sedación y sobre todo el cariño y apoyo de la familia constituyen una opción factible, y considero desde mi experiencia personal con enfermos y sus familias, que la Eutanasia no sería una solución a esta situación, finalizó.