Lo que debería haber sido una tarde tranquila se convirtió en una pesadilla para Inocencia Ramiro Hernández, una ancianita de 86 años que vivía en paz junto a dos de sus hijos en el fraccionamiento Carmen 2. La calma fue destruida cuando sus hijas, María Silvia y Mireya Aguilar Ramiro, acompañadas por el esposo de una de ellas, Felipe Pachuca, irrumpieron en su hogar y desataron un infierno, al golpearla brutalmente.
Eran alrededor de las 18:30 horas del sábado 19 de octubre cuando Inocencia vio a sus hijas y a su yerno entrar con una actitud agresiva y amenazante, buscando apoderarse de las escrituras de su propiedad, ubicada en la colonia 18 de Marzo. Cuando José Juan, el hijo de Inocencia, quien sufre de esquizofrenia, se dio cuenta de lo que ocurría, intentó enfrentarlos, pero la respuesta fue brutal. ¡Felipe, el yerno, no dudó y lo golpeó a puño cerrado en la cara, tirándolo al suelo! Como si fuera poco, Mireya se sumó al ataque, pateando a su hermano repetidamente mientras María Silvia gritaba "¡Mátenlo!".
La escena se volvió aún más macabra cuando Inocencia intentó defender a su hijo. En ese momento, Mireya tomó un tubo y comenzó a golpear a la anciana, descargando tres violentos golpes en su brazo izquierdo y dos en el derecho. La agresión sólo se detuvo cuando Felipe y sus acompañantes notaron que Inocencia estaba sangrando, pero no se fueron con las manos vacías: ¡huyeron llevándose las preciadas escrituras!
Este despiadado ataque sacó a la luz un oscuro conflicto familiar: la anciana había firmado hace dos años un convenio de venta de la propiedad, que nunca se cumplió porque María Silvia jamás pagó los 300 mil pesos acordados. Desde entonces, la hija ha intentado apoderarse de la casa, pero ahora, el conflicto escaló a un nivel insospechado y violento.
Temerosa por su vida y la de sus hijos, Inocencia acudió al consultorio médico el lunes 21 de octubre, donde se le certificaron las lesiones que sufrió en el ataque. En su denuncia, relató además que su yerno Felipe ha amenazado a José Juan con "volverlo a chingar", advirtiendo que nada ni nadie lo detendrá.
Las autoridades ya están investigando esta desgarradora y violenta historia familiar que ha estremecido a la comunidad de Ciudad Valles. Vecinos y familiares exigen justicia y castigo ejemplar para los agresores.