La temporada de huracanes en el Atlántico podría aumentar a 18 tormentas tropicales con nombre y 9 huracanes, de los cuales 4 serían de categoría mayor debido al "calor anómalo extremo" registrado en la superficie marina, según una actualización de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
El Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU anticipaba en abril pasado una temporada ciclónica "ligeramente por debajo del promedio", con un total de 13 tormentas tropicales y 6 huracanes, 2 de estos de categoría mayor (3,4 o 5 en la escala de Saffir-Simpson).
En teoría, la actividad en la cuenca atlántica se iba a ver influida este año por la aparición del fenómeno meteorológico El Niño, que suele apaciguar las condiciones que dan pie a la formación de huracanes en el Atlántico.
Pero en su actualización de hoy, los científicos del CSU vaticinan una actividad por encima del promedio a causa del aumento de la temperatura del agua, que ayuda a que las ondas tropicales se conviertan en tormentas y huracanes, un fenómeno que puede frenar la influencia de El Niño.
"Actualmente hay anomalías en la temperatura de la superficie del mar (...), con récord de calor en el Atlántico tropical y subtropical", señaló en las redes sociales Philip Klotzbach, responsable del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU.
El pronóstico actualizado supone un sensible aumento de las 15 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes mayores que pronosticó el CSU el 1 de junio pasado.
Incluye el pronóstico de hoy una tormenta subtropical sin nombre que se formó en enero y las tormentas tropicales Arlene, Bret y Cindy registradas en junio pasado.
Los promedios de la temporada de huracanes, que concluye el 30 de noviembre, son 14 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes mayores.
Los expertos del CSU estiman que la probabilidad de que un huracán mayor toque tierra en Estados Unidos está por encima del promedio a largo plazo.
El equipo de meteorólogos emitirá una actualización del pronóstico el próximo 3 de agosto.