La recaudación de impuestos a los alimentos y bebidas no básicos, causantes de enfermedades como diabetes e hipertensión, se duplicó al compararla con el período similar del ex presidente Enrique Peña Nieto, cuando se obtuvieron por el mismo concepto 180 mil millones de pesos, de acuerdo con los registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Se trata de un gravamen indirecto de fácil recaudación o Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) no petrolero, porque lo pagan los consumidores al momento de adquirir la mercancía.
Pese a las campañas anti obesidad impulsadas en la gestión del presidente López Obrador, cuyo principal eslogan es "¡Pura vitamina!", el consumo de estos alimentos se incrementó a mayor velocidad que en la administración pasada, cuando este gravamen se integró por primera vez como parte de la política fiscal.
Esto se reflejó en la recaudación del impuesto anti obesidad, que se creó en 2014 con el fin de desincentivar su consumo, sobre todo en los niños para evitar enfermedades crónico-degenerativas durante la tercera edad.
Los datos de la SHCP indican que la recaudación del IEPS exclusivamente a alimentos no básicos con alta densidad fue de 157 mil millones de pesos de diciembre de 2018 a julio de 2024, el doble de los 79 mil millones del gobierno anterior. Para efectos fiscales, los alimentos no básicos, conocidos popularmente como chatarra, son los que se gravan con una tasa del IEPS de 8% por cada 100 gramos o mayor de alta de densidad calórica cuyo contenido energético es de 275 kilocalorías.
Pueden ser botanas o frituras, productos de confitería, chocolates y demás productos derivados del cacao, flanes y pudines, así como dulces de frutas y hortalizas. Además, las cremas de cacahuate y avellanas, dulces de leche, los alimentos preparados a base de cereales, helados, nieves y paletas de hielo. La actual administración también obtuvo 183 mil millones por el IEPS a bebidas saborizadas.
Se trata de los refrescos, concentrados, polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores, que al diluirse permitan obtener bebidas y las que se expendan en envases abiertos utilizando aparatos automáticos, eléctricos o mecánicos o refrescos de máquina, así como también leches saborizadas de almendra, coco, avena, soya, entre otras.
La cuota del IEPS por litro aplicable a ese tipo de bebidas vigente para el ejercicio de este año es de 1.57 pesos por litro.
El fisco obtuvo otros mil millones de pesos por el impuesto especial que pagan los consumidores por las bebidas energizantes, 14 veces más frente a los 71 millones de pesos de Peña Nieto. Son las que, si bien no contienen alcohol, se elaboran con sustancias estimulantes conocidas como hipertónicas, neurotizantes o sicoactivas, para disminuir la fatiga y el agotamiento.