Una tragedia sacudió a la comunidad de Chununtzén I del municipio de Huehuetlán, María Cano, una mujer de la tercera edad, se encuentra en estado crítico tras haber sido salvajemente atacada con un machete, presuntamente a manos de su propio familiar, Héctor Martínez Jiménez.
El brutal incidente, ocurrido bajo circunstancias que aún se investigan, dejó consternados a los habitantes de la localidad. Según testigos, quienes intentaron intervenir también fueron amenazados por el agresor antes de que éste emprendiera la huida.
La alerta se encendió horas más tarde, cuando un reporte ciudadano informó de un hombre agresivo en la carretera estatal Huehuetlán-Coxcatlán, próximo a la localidad de Atlapa. Según los trabajadores afectados, el sujeto les lanzaba insultos y amenazaba con piedras.
Vecinos enfurecidos de Chununtzén II, quienes lograron identificar al agresor como Héctor Martínez Jiménez, decidieron no esperar a las autoridades y lo sometieron en plena vía pública. Atado de pies y manos con un mecate, el presunto agresor fue encontrado tirado en el suelo por elementos de Seguridad Pública Municipal que arribaron al lugar minutos después.
Héctor Martínez, de 24 años, fue trasladado bajo estricta custodia a un consultorio médico para su certificación, donde se verificó su estado de salud. Posteriormente, quedó recluido en las celdas preventivas de Huichihuayán por faltas administrativas mientras se inicia el proceso legal correspondiente.
Mientras tanto, María Cano permanece hospitalizada en Ciudad Valles, donde médicos luchan por salvarle la vida. Familiares y vecinos claman por justicia, demandando que el caso no quede impune.
Este escalofriante caso ha encendido nuevamente el debate sobre la violencia intrafamiliar y la necesidad de reforzar la seguridad en comunidades rurales. La investigación sigue en curso, y las autoridades han prometido esclarecer los hechos que llevaron a este lamentable ataque.
¿Qué llevó a este joven a cometer tal acto? Esa es la pregunta que muchos se hacen mientras esperan respuestas y, sobre todo, justicia para María Cano.