Negligencia en el ISSSTE

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Por: RedacciónFecha: 10/01/2025 10:30 A.M.

La vida de Bernabé Medina Olvera cambió de forma radical desde el 31 de agosto de 2019, cuando ingresó al Hospital del ISSSTE en San Luis Potosí para atender una fractura de fémur. Lo que parecía una intervención médica rutinaria se transformó en un largo viacrucis de negligencias, cirugías fallidas, contagios hospitalarios y abandono por parte del sistema de salud.

Su esposa, Maricela Sánchez Almendares, ha encabezado una lucha incansable para conseguir atención médica adecuada. "Las mismas autoridades lo catalogaron como un caso especial, pero esa etiqueta solo significó trámites interminables y excusas administrativas", denuncia. Lejos de una solución, la familia se ha enfrentado a operaciones mal realizadas, médicos que abandonan el tratamiento y una falta de seguimiento constante.

El primer error se dio en el ISSSTE de San Luis Potosí, donde el médico a cargo lo operó con una placa ortopédica que la familia tuvo que comprar por su cuenta porque el hospital alegaba no contar con insumos. Apenas un mes después, ese dispositivo se desplazó, obligando a una segunda cirugía. Con el tiempo, Bernabé contrajo una bacteria en quirófano y permaneció hospitalizado tres meses sin diagnóstico claro. Durante la pandemia, las autoridades decidieron enviarlo a la Ciudad de México, pero el traslado fue rechazado por las restricciones sanitarias.

"Más que nada como que se quisieron deshacer de mi esposo", relata Maricela, al recordar el trato frío del personal y la ausencia de médicos. Según su testimonio, el galeno encargado llegaba a ausentarse hasta 15 días sin que hubiera consecuencias.

Posteriormente, un nuevo especialista, el doctor Cruz, consiguió combatir la infección y colocó un nuevo clavo en la pierna. No obstante, en una cirugía posterior encontró que el hueso se había calcificado al grado de volverse piedra, lo que impidió continuar con el procedimiento. El paciente quedó sin clavo alguno, con la promesa de ser enviado a un hospital de tercer nivel, gestión que nunca se concretó.

Pasó más de un año sin avances hasta que la directora interina del hospital, Sandra Ulibarri, descubrió que la solicitud de traslado jamás se había tramitado. El médico responsable incluso culpó a la familia por no firmar un documento que nunca les mostraron. A pesar de nuevos intentos, ningún hospital de tercer nivel aceptó recibirlo, y el caso sigue sin solución.

Hoy, más de cuatro años después, Bernabé Medina continúa atrapado en una cadena de omisiones y negligencias que han deteriorado su salud y desgastado a su familia, que exige al ISSSTE atención real y no más excusas.