En la zona Centro continúa la venta de bebidas embriagantes sin control, y las tiendas se han convertido en cantinas clandestinas.
Sobre la avenida principal Damián Carmona y la calle Carmelo Márquez se ubica una tienda que durante las 24 horas vende cerveza y no respeta el horario.
Ante la falta de supervisión y vigilancia por parte del área de alcoholes, se infringe la ley, y hasta el amanecer se vende cerveza y los parroquianos se instalan fuera del negocio convirtiéndola en una gran cantina en la vía pública.
Vecinos del sector se han quejado, ya que además los consumidores llegan y estacionan sus vehículos hasta en doble fila y con música a todo volumen.