Tanlajás.- Las posibilidades de que a una persona le caiga un rayo son cerca de una en un 500,000, y el señor Sixto Hernández de la comunidad Santa Rosa estuvo a punto de ser parte de esta estadística, pues un rayo cayó apenas centímetros de donde él se encontraba, dejándolo por unas horas sordo.
"El rayo rebotó en un árbol que está afuera de mi casa, lo rajó por un lado, provocó también que los fusibles de la casa se quemaran por completo y parte del cableado, a mí me deja casi sordo, escuché el trueno muy fuerte y por un momento pensé que me había caído a mí porque me sentí mareado, con confusión, pero gracias a Dios sólo fue el susto, tampoco a mis familiares les pasó nada grave", señala el campesino.
Lo más recomendable cuando ocurre una tormenta eléctrica es refugiarse en el interiores para evitar ser alcanzado por un rayo, desenchufar todos los dispositivos electrónicos y evitar tocarlos, alejarse de ventanas, balcones y puertas, evitar el contacto con el agua pues puede transmitir electricidad, no usar teléfonos con cable y no recostarse sobre un piso de concreto.