En plena crisis sanitaria, las cantinas de la localidad siguen operando sin restricción; vecinos aseguran que las autoridades locales encabezadas por Óscar Suárez Mendoza, no realiza operativos para verificar si se están cumpliendo las medidas como son el uso de cubrebocas y gel antibacterial; negocios como el de Margarito Oyarvide, están protegidos y operan desde muy temprana hora hasta la madrugada.
Mencionan que los escándalos son frecuentes entre los parroquianos y las jovencitas que ingresan, a pesar de que lo prohíbe la Ley de Alcoholes del Estado.
Los habitantes están cansados de la música a todo volumen, ya que hay personas de la tercera edad y enfermos que requieren reposo, pero con el ruido no pueden.