La venta de “segunda” en diferentes artículos, actualmente gana terreno sobre aquellos negocios que se dedican a la comercialización de productos llamados de “línea”, y es que ante las actuales condiciones de crisis económica, las familias prefieren los precios bajos aunque se trate de cosas usadas.
Ni los anuncios contra la piratería, la mala calidad y las posibles transmisiones de enfermedades impiden que personas los adquieran.
Cada vez es más común ver a decenas y decenas de personas comprando desde aparatos electrodomésticos hasta calzado en los tianguis, lo anterior está creando un conflicto en el comercio formal, donde se venden artículos de marca o de línea, pues sus ingresos bajan considerablemente.
Luis Eduardo Gómez Lara, propietario de un reconocido establecimiento de ropa y calzado, dijo que enfrentan una competencia desleal, la cual no es regulada por las autoridades competentes, no pagan impuestos y provocan pérdidas a los que están registrados ante la Secretaría de Hacienda.
Por contraparte, los consumidores, dijeron reconocer que se afecta a los negocios que ofrecen productos “originales”, pero también evaluaron que su economía no les permite comprar, por ejemplo; un par de tenis que en aparadores oscilan entre los 900 y hasta 1 mil 700 pesos, cuando de “segunda mano”, los consiguen hasta en 250 o menos.