La convivencia pacífica entre jóvenes en espacios públicos es un fenómeno cada vez más común, sin embargo, la Policía Municipal ha sido señalada por tratar a estas personas como delincuentes y generar un ambiente adverso entre ambas partes.
El desconocimiento de la realidad y las diferencias generacionales han llevado a que la Policía vea con recelo la presencia de jóvenes en parques, calles y otros espacios públicos. Y en lugar de asumir que estos jóvenes están conviviendo de forma pacífica, se les agrede.
Esta estigmatización no sólo es injusta, sino que también puede tener efectos negativos en su autoestima y desarrollo. En lugar de ser vistos como parte de la comunidad, se sienten excluidos y criminalizados.
Por lo que solicitan a la Policía Municipal tener mayor tolerancia y evitar tratar a los jóvenes que conviven de forma pacífica como delincuentes. Es necesario promover el diálogo, la comprensión y empatía entre ambas partes, a fin de construir una convivencia armoniosa y respetuosa.