La celebración patronal en honor a la Virgen de la Candelaria se desarrolló de manera normal, durante dos días, en la comunidad Coaquentla, a pesar del semáforo rojo vigente en el Estado que prohíbe los festejos.
Esta actividad se realizó, desafiando las indicaciones de las autoridades de Salud y del Ayuntamiento, quienes hicieron circular oficios comunicando que por la contingencia no están permitidos estos eventos.
Aún cuando los líderes de la comunidad y el comité organizador dijeron que contaron con las medidas pertinentes y la presencia de agentes policiacos, hay preocupación entre los vecinos no católicos, quienes temen un brote de coronavirus.