La noche del viernes, una fuerte tormenta se dejó sentir en el Pueblo Mágico, sorprendiendo a los comerciantes que se instalan en la Plaza Principal, así como a los turistas que se encontraban en el lugar, quienes tuvieron que subirse a las bancas o jardineras, por la corriente de agua que se generó en unos minutos.
Por una hora las calles se volvieron ríos impresionantes, ante la cantidad de agua de lluvia que corría y la energía eléctrica falló, dejando en penumbras a todo el municipio, situación que en algunas comunidades se mantuvo hasta el sábado, debido a que la oficina de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), no trabaja los fines de semana y desconocían cómo hacer el reporte.
En la cabecera municipal algunas personas se apresuraron para llegar a los hoteles y tuvieron que caminar sobre el arroyo de agua, debido a que en las orillas no había espacio para caminar, ya que había unidades particulares estacionadas.
Cabe señalar que una pareja de turistas se quejó porque no pudieron orillarse, situación que prevalece en la mayoría de las avenidas.