Murió bebé
Familiares y amigos de Ximena Olivares Lara y Humberto López González se congregaron en las inmediaciones de la plaza de Tequisquiapan, así como frente al Palacio de Gobierno y la Fiscalía General del Estado (FGE), para exigir justicia por el caso de supuesta negligencia médica que resultó en la muerte de su bebé.
Los manifestantes denunciaron una atención deficiente en un hospital privado local, así como en el Hospital del Niño y la Mujer y en el Hospital General de Zona No. 1 de la delegación estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), conocido como Hospital del Zapata. Tras diez días de irregularidades que comenzaron durante el parto de Ximena, el bebé falleció, y hoy los padres demandan claridad y justicia.
Durante la protesta, los asistentes relataron que desde el inicio del proceso de parto se registraron múltiples inconsistencias, como la ausencia de un médico y la administración de una anestesia irregular en el hospital privado. La madre afligida comentó que se le aplicó la maniobra Kristeller, que implica ejercer presión sobre el abdomen para acelerar el parto, y que podría haber sido una de las causas de la fatalidad de su bebé. La FGE ya ha conseguido los expedientes del caso y esperan corroborar esta hipótesis.
"Cuando me entregaron a mi bebé, estaba negro, como el color de la Coca Cola. Mi doctor no estaba presente y cuando llegó, me presionó. No había un pediatra conmigo; hasta después llegó una persona que reanimó a mi bebé", relató Ximena con visible angustia.
Tras los lamentables hechos, los padres se dirigieron al Hospital del Niño y la Mujer, perteneciente al Gobierno del Estado de San Luis Potosí, pero se les negó la atención alegando que debían hacer efectiva su derechohabiencia en el Seguro Social. En este contexto, responsabilizan a Ingrid Kuhn y Laura Cruz por no garantizar el acceso a la salud de su hijo.
Cuando finalmente llegaron al Hospital General de Zona No. 1 del IMSS, la subdirectora, Irene Fraga, les informó que serían atendidos solo si pagaban 30 mil pesos en efectivo, ya que el menor había nacido en un hospital privado.
Tras 11 días de un viacrucis y desatención médica, el bebé falleció con un diagnóstico de daño cerebral causado por la falta de oxígeno. Ante esta tragedia, los padres decidieron alzar la voz para denunciar lo ocurrido y evitar que se repitan casos similares.
