Diario Regional El Mañana De Valles
Aumenta suicidio de niños

Aumenta suicidio de niños


En México, el número de suicidios en niños y adolescentes de ambos sexos alcanzó la cifra record de mil 150 casos durante la pandemia, lo que implica un aumento de 12 por ciento comparado con 2019, según estimaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM. 

Lo anterior, tuvo raíz, porque al menos 1 de cada 7, vivió confinado en el hogar durante gran parte de este fenómeno sanitario, lo que supuso un fuerte riesgo para su salud mental y su bienestar, advertía también el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, (UNICEF).

La depresión es una de las enfermedades mentales más frecuentes en el mundo y puede ser motivo de discapacidad y sufrimiento. En los servicios de psicología y paidopsiquiatría de los hospitales regionales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, (ISSSTE), ocupa entre 35 y 40 por ciento de los motivos de consulta en infantes y adolescentes. 

Por ese motivo, se ha establecido una red de servicios de salud mental que promueven su prevención, detección oportuna y tratamiento. Se está concientizando sobre el trastorno depresivo que se caracteriza por síntomas como la tristeza, apatía y anhedonia, que es básicamente la falta de motivación o interés en las actividades que antes solían tener, ausencia de placer en acciones que por lo general causan satisfacción.

En la población pediátrica, esta enfermedad es más frecuente en jóvenes entre los 13 y 17 años, debido a que en esta etapa hay mayor estrés por los cambios físicos y emocionales; puede haber problemas con amigos, acoso escolar, presión académica, conflictos familiares e incluso factores genéticos. Se estima que entre 60 y 80 por ciento de infantes diagnosticados con depresión moderada o grave tienen antecedentes familiares de trastornos afectivos.

Si una madre o un padre padecen este fenómeno, es muy probable que sus hijos o hijas puedan presentar esta patología, sobre todo cuando están expuestos a condiciones frecuentes de estrés o experiencias traumáticas, puntualizó el especialista.

Desde el ISSSTE mencionan que para desarrollar depresión, hay múltiples factores implicados, entre ellos biológicos, genéticos, ambientales y psicológicos, pero lo importante es saber que hay tratamiento.

En los niños, los síntomas alertadores de este padecimiento, es cuando aún no expresan cómo se sienten, puede presentarse decaimiento del ánimo, irritabilidad, rebeldía y berrinches exacerbados.

En pacientes de 7 a 11 años, además de la tristeza puede repercutir en que disminuyan su interés por el juego, que baje su rendimiento escolar, se sientan frecuentemente cansados, aumenten o bajen de peso de manera notoria, presenten dolores de cabeza o musculares o síntomas físicos que no tengan ninguna explicación desde el punto de vista médico.

En adolescentes es más común que manifiesten tristeza, que no quieran vivir; hay pensamientos de desesperanza, de muerte; incluso, pueden llegar a tener intentos suicidas, y eso amerita a veces internamiento mediante el protocolo Código Morado, para la atención de urgencias de salud mental con el que cuenta el organismo sanitario nacional.

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