Carestía durará una década
Los precios de los productos agrícolas podrían mantenerse altos para el consumidor final en la próxima década ante la imposibilidad de reflejar la ligera disminución estimada en las cotizaciones internacionales, alertaron la FAO y la OCDE en sus "Perspectivas Agrícolas 2024-2033".
"Se proyecta una ligera caída en los precios internacionales reales de referencia de los principales productos agrícolas durante los próximos diez años, pero esto podría no reflejarse en los precios minoristas locales de los alimentos", señalan en el reporte publicado en conjunto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), junto con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
La pandemia de Covid-19, los desafíos económicos que provocó y algunos que aún persisten, la guerra de Rusia contra Ucrania, las crisis energética y del costo de vida, el conflicto en el Cercano Oriente y la inflación de los precios de los alimentos que promedió casi 15 por ciento durante los últimos tres años, mantienen presión sobre los precios agrícolas internacionales con mayor efecto en los países en donde los hogares destinan una proporción más alta de su ingreso total.
En América Latina y el Caribe la prevalencia de la inseguridad alimentaria disminuyó en el último año, pero aún está por encima de los niveles prepandemia con efectos más graves entre las mujeres y las poblaciones rurales. En promedio en toda la región los hogares destinan alrededor del 16 por ciento de su gasto total en alimentos, con variaciones significativas entre países ante los niveles de ingresos y desigualdad.
"En los países que asignan una mayor proporción del gasto total a los alimentos, el beneficio de moderar la inflación de los precios de los alimentos es sustancial", recomendaron los organismos.
Los países de ingresos medios altos, en donde el reporte ubica a México, bajarán el porcentaje de su gasto promedio total en alimentos a 11.3 por ciento en el 2033 desde 16.2 por ciento en 2024 y los países de ingresos medios bajos lo harán de 18.3 a 12.7 por ciento. En ambos casos la proporción es más del doble de lo registrado entre los países de ingresos altos como Estados Unidos o Canadá, en donde las proyecciones indican que bajará de 7.45 por ciento en 2024 a 6 por ciento en 2033.
Si bien la expectativa es que el PIB per cápita en América Latina se acerque a 10 mil 900 dólares en 2033, 19 por ciento arriba del 2021-23, es sólo un 9 por ciento más alto que en 2014 y casi un 20 por ciento por debajo del promedio del nivel mundial.