A empeñar en la cuesta de enero

La cuesta de enero llegó muy rápido para algunos ciudadanos, se empieza a ver cómo acuden a las casas de empeño en este inicio año y luego de las fiestas decembrinas, las reuniones familiares y los gastos de la época; los clientes se multiplican, acuden a dejar las pantallas que quizás compraron durante el Buen Fin o fue el regalo de Navidad.

No todos acuden por una deuda o para paliar la llamada cuesta de enero, pues además de quedarse sin dinero, hay que hacer frente a los aumentos de precios que se registran en esta temporada, o también para comprar el boleto de pasaje, pues hay quienes tienen que regresar al lugar donde trabajan, como el caso de Carlos “N”, un joven que trabaja en Monterrey, Nuevo León todo un mes y regresa a ver a su familia en los días que descansó.

El trabajador de una fábrica dijo que son muchas trabas para que al final les presten una miseria por un artículo que le costó varios miles de pesos, “el trato y las formas de negociar no son diferentes a las de otros lugares, aquí te dicen ‘no sé si te convenga, te puedo ofrecer sólo tanto, dejanos checar que esté en buenas condiciones’, y ya con la necesidad que tienes de irte, si no te descontarán el día, pues agarras lo que te den”.

Las casas de empeño tienen movimiento todo el tiempo, antes del mediodía ya pasaron por ellas una decena de clientes que fueron a pagar intereses de sus préstamos o refrendar para no perder sus pertenencias y que terminen siendo vendidas, por lo que algunos piensan que alguna dependencia debería regular a estos negocios, para que las personas que tienen alguna necesidad no sean víctimas de fraude.