Nuevos cultivos requieren lluvias

Luego del corte de caña de azúcar, ya comienza a crecer la planta, pero el estiaje que se arrastra desde los últimos años no ha permitido el desarrollo correcto, por ello los productores no saben qué hacer, ya que antes su única opción era regar, pero como el nivel del río es muy bajo, está restringida esta práctica.

Los agricultores de la región consideran que hace falta el agua, porque no se ha tenido una sola gota de precipitaciones en meses, mientras que las siembras necesitan humedad y como propietarios no encuentran la forma de salir de esta situación, porque dependen del temporal.

En parcelas hasta hacen rezos y peregrinaciones hasta concluir en las capillas que tienen construidas, como parte de un agradecimiento a su patrono, San Isidro Labrador, por las cosechas anteriores; sin embargo, este acto últimamente no les ha funcionado, porque la lluvia cada vez se retrasa más.

Abel Gómez, productor, expresó que desafortunadamente si no hay tormentas pronto, se van a perder los cañaverales y en un futuro no tendrán ni para la semilla del nuevo ciclo, porque cada vez se endrogan más para cumplir con los plazos, pero hay áreas donde no tienen ni acceso al agua, motivo por el que va bajando la producción y los parceleros sólo quedan “vendidos” ante los bancos, porque no pueden pagar sus adeudos.

La prolongada sequía ha dado un golpe muy fuerte a los cañeros que tienen poca producción y que apenas les alcanza, pues hay quienes llevan ya tres años sin recibir un solo peso de liquidación, porque todo el dinero se les va en gastos de cosecha.