Prevén pérdidas ante el estiaje

Poco prometedor se vislumbra el panorama para quienes se dedican al cultivo del maíz en esta localidad y es que a raíz de las pocas lluvias que se originaron en el 2020, actualmente los cuerpos de agua se encuentran casi secos y los productores temen que se pierdan sus cosechas. 

Aunque no existe un padrón confiable de productores de maíz en la localidad, se estima que este cultivo es el tercero más importante que existe, sólo por debajo del café y la naranja. 

Sin embargo, también se define que la producción del maíz en la comuna se relega exclusivamente al riego natural, es decir, las cosechas están supeditadas a la cantidad de lluvia que se origine, pues los campos no cuentan con sistemas de irrigación. 

Santiago Hernández Hernández, es un pequeño productor de maíz, pero dependiente de sus cosechas para poder cubrir todos los gastos familiares y en esta ocasión, se encuentra preocupado porque la sequía del año pasado podría afectarle fuertemente. 

Esta misma situación la viven todos los demás agricultores y la problemática se acrecienta ahora que los cuerpos de agua (norias, pozos, remansos y arroyos) se empiezan a secar por el efecto del prematuro estiaje que azota a la demarcación. 

Hernández Hernández augura que de no verse favorecidos por las lluvias, las pérdidas en el maíz podrían evaluarse en varios miles de pesos, provocando todavía más pobreza entre los campesinos. 

EL DATO

DAÑOS

En el 2018, también los agricultores tuvieron uno de los años más difíciles por la sequía. Se estima que por lo menos unas 80 familias dependen de las cosechas de maíz. La baja producción del grano, podría generar desabasto en la comuna, hasta para el autoconsumo.