El arte del bordado huasteco

Tomy y Mary, son artesanas provenientes de Xilitla, uno de los sitios que se ha posicionado en las últimas décadas como destino imperdible de la Huasteca Potosina y en exclusiva para El Mañana, nos cuentan todos los detalles en el arte del bordado, que se ha convertido en icono de nuestra región.

Realizar bordados no es algo sencillo, pero sí una actividad que estas artistas realizan con mucho amor. Por ejemplo, un vestido con bordado tének tardan en promedio 20 días para realizarlo, dando como resultado auténticas obras de arte que enaltecen nuestros orígenes y que además son cómodos e infaltables en el guardarropa para ser usados en distintas ocasiones.

Para Mary, el bordado es una auténtica herencia que le fue heredada por 3 generaciones de mujeres artesanas, podría decirse que lleva este arte en la sangre, aunque para su madre y abuelas, era una labor que no realizaban para el comercio, sino para uso propio, ya que los artículos que hacían los utilizaban ellas o sus familias.

Tomy se ha dedicado a este oficio desde hace 4 años, tiempo que le ha dado la experiencia suficiente para que las prendas que realiza sean asediadas por el talento que tiene para mezclar los colores.

Estos talento, en combinación con la necesidad de salir adelante, fue lo que impulsó a estas artistas del bordado a comenzar a comercializar sus trabajos. Sin embargo, la pandemia trajo como consecuencia que Mary y Tomy innovaran en su forma de comercio para poder subsistir en estos meses, sobre todo por la falta de turismo, por lo que echaron mano de las redes sociales para seguir vendiendo, ya que el bordado es su única fuente de ingresos.

Con el “boom” de los pedidos a distancia o a domicilio, fue complicado para estas artesanas adaptarse, debido a que en Xilitla es difícil el envío por paquetería, así que cuando tienen alguno para otras ciudades, deben bajar a la “Y” Griega, para realizarlos.

Las artistas mencionan que las posibilidades de bordado son infinitas, pueden realizarse desde aretes, pulseras, cinturones, tenis, huaraches y hasta cubrebocas. Lo más extraño que les han pedido, según mencionan, es bordar un monedero e incluso trajes de baño.

Indicaron que existen personas que no valoran debidamente el trabajo artesanal, ya que las prendas impresas o bordados con máquinas, son más económicos, Tomy comenta que aunque este es un trabajo complicado, a ellas les gusta y les llama la atención.

Respecto al proceso de su labor, explica que… “por ejemplo, para bordar una camisa en manta, hay que ponerle encima cuadrillé, después cuando se termina el bordado, hay que ir deshilando hasta que le quitamos todo el cuadrillé y ya sobre eso queda el bordado. Si no utilizamos el cuadrillé, existe el riesgo de irnos ‘chueco’, pero así queda todo derecho”.

Ellas son dos mujeres que forman parte de todo un colectivo de mujeres artesanas que ha sobresalido por la calidad de sus trabajos en nuestra región e invitan al público en general y turistas, a valorar y comprar el arte que ellas realizan.

“Es un arte completamente a mano, son bordados artesanales, van a encontrar de todo. Los precios son de acuerdo al bordado de cada prenda”, indicaron y añadieron además, que su talento ha atraído la atención de diseñadores de moda, con los que dicen están completamente dispuestas a colaborar para seguir promoviendo el bordado huasteco.