Desaparecieron $350 millones
Un desfalco por al menos 350 millones de pesos cometido durante la administración de Juan Manuel Carreras López, relacionado con el fallido proyecto de movilidad Red Metro, podría costarle al actual gobierno estatal el reintegro de 80 millones de pesos a Banobras, advirtió el gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
El mandatario estatal reveló que en este presunto fraude están involucrados al menos tres ex funcionarios estatales, a quienes acusó no solo de corrupción, sino también de simular la operación del sistema de transporte durante el proceso de entrega-recepción. Según Gallardo, hacia el final del sexenio anterior, se montó una escenografía con unidades rentadas temporalmente, para hacer parecer que Red Metro estaba en marcha.
"El sistema nunca existió. Fue uno de los desfalcos más grandes de la maldita herencia", sentenció. El gobernador exigió que los responsables no solo vayan a prisión, sino que también reparen el daño al erario, ya que los recursos destinados al proyecto "se diluyeron sin dejar rastro".
Gallardo informó que su administración pedirá a la Fiscalía General del Estado (FGE) agilizar las investigaciones, ya que existen carpetas abiertas que documentan las irregularidades de los exservidores públicos supuestamente encargados del proyecto. Estas anomalías, subrayó, comprometen la estabilidad financiera actual del estado, pues Banobras exige el pago de 80 millones de pesos como parte del crédito que se otorgó para la ejecución de una obra que nunca se materializó.
La Secretaría General de Gobierno, explicó, es la instancia encargada de responder ante Banobras por el uso de esos fondos, los cuales formaban parte de un fideicomiso exclusivo para el desarrollo del Red Metro.
"No es justo que nosotros tengamos que pagar por un robo cometido por la administración pasada. No vamos a quedarnos callados ni a cargar con sus errores", aseveró.
El caso Red Metro se suma a la lista de irregularidades detectadas en el sexenio anterior, en lo que Gallardo ha calificado reiteradamente como una "maldita herencia" que sigue costándole caro al estado.
