Sobreviven de los programas

San Antonio.- Con índices de marginación muy altos, que estadísticamente son representados por viviendas donde menos del 50% de las familias tienen agua entubada o drenaje y en de los casi 10 mil habitantes sólo 2,147 realizan una labor generalmente en el campo, el municipio de San Antonio sigue siendo uno de los de mayor nivel de pobreza en el estado.

De acuerdo con expertos como el Ing. Carlos Hernández Becerril, que ha colaborado con instituciones como Sagarpa y Sedesol, San Antonio actualmente atraviesa uno de sus mayores declives, pues la población activa vive solamente de los programas federales.

“No se trata de crítica política, al contrario, creo en lo particular que los programas como ‘Sembrando Vida’, becas de los adultos y de los estudiantes, son muy buenos, lo que ha faltado es incentivar el empleo, los jefes de familia no tienen opciones, el campo ya no produce, las sequías de los últimos años sólo les han dejado más pérdidas, el piloncillo tampoco es redituable, no alcanza un precio aceptable, hoy por hoy, San Antonio vive de los programas federales, no hay ninguna otra fuente de empleo y esto es grave”.

Señala que por varios años se les enseñó a los campesinos nuevas formas de cultivos, se introdujo el piloncillo granulado, por ejemplo, pero ha faltado el respaldo de los ayuntamientos en turno y ahora aún más, pues “se tiene el control” de las familias con becas de dinero y entrega de despensas, pero no hay productividad, la fábrica del alcalde Yoni Castillo sólo fue promesa y fuera de ello no hay interés de la iniciativa privada.